sábado, 13 de diciembre de 2025

El origen del primer Belén

Belén con San Francisco de Asís
SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL PRIMER BELÉN

    El primer Belén surgió en Greccio, Italia, en 1223, gracias a San Francisco de Asís, quien pidió permiso al papa Honorio III para recrear el nacimiento de Jesús con un pesebre, un buey y un asno. Este gesto, inspirado en su viaje a Tierra Santa, dio origen a una tradición que pronto se extendió por toda Europa. 
    San Francisco de Asís, tras visitar Palestina, quiso que la gente pudiera experimentar de manera sencilla y visual el misterio de la Navidad. Con autorización del papa Honorio III, organizó en la Nochebuena de 1223 una representación en una gruta cercana a la ermita de Greccio. Allí dispuso un pesebre con heno y colocó un buey y una mula, siguiendo el relato evangélico. Según las crónicas de Tomás de Celano y de San Buenaventura, durante la misa celebrada en aquel lugar se vivió una profunda emoción: los asistentes sintieron que la escena les acercaba al nacimiento de Cristo. 
    Este primer Belén no tenía figuras talladas, sino que era una escenificación viviente. Con el tiempo, la idea se difundió por Italia y luego por toda Europa, transformándose en los belenes con figuras que conocemos hoy. En el siglo XV, en Nápoles, comenzaron a elaborarse figuras de barro y madera, y más tarde se añadieron pastores, ángeles y reyes magos. Así, lo que empezó como un gesto humilde de San Francisco se convirtió en una de las tradiciones más queridas de la Navidad

0 comentarios: