
Lepe y la Filarmónica de Viena
Cercana la feria de Lepe el alcalde le pide al concejal de festejos:
- A ver si este año me traes para la feria la mejor banda de música del mundo. Y no me repares en gastos.
Después de consultar a la profesora de música del instituto, el concejal toma un vuelo a la capital austriaca y contrata la Filarmónica de Viena.
Llega el primer día de feria y la orquesta se presenta en Lepe dejando asombrados a los leperos con sus interpretaciones. Los vecinos aplauden a rabiar y el concejal está que no cabe de gozo.
La mañana siguiente, el concejal se presenta ufano en el ayuntamiento esperando la felicitación del alcalde.
- ¿Le gustó, señor alcalde, la banda de música que hemos traído este año?
- Mira, no me voy a quejar de cómo tocan, pero al de la varita no me lo traigas más que lo único que hace es distraer a los demás.

Lepero obediente
Entra un lepero en un bar con una viga al hombro y pide un café. Lo toma, paga y se marcha. Así lo repite, un día tras otro, ante el asombro del camarero que no entiende por qué siempre lleva una viga y nunca la suelta mientras se toma el café. Una mañana no aguanta más su curiosidad .
- Caballero, permítame una preguntita, ¿por qué se toma usted el café con la viga en el hombro?
- Naaa…, el médico que me ha dicho que tome el café cargado.

El reloj no miente
Un lepero, de fiesta con los amigos, llega a su casa a altas horas de la madrugada y con unas cuantas copas de más. Tras varios intentos, logra introducir la llave en la cerradura y abre la puerta.
La mujer le está esperando con cara de malas pulgas.
- ¿Qué horas de venir son estas?
- Cariñito, ¡si sólo es la una!
- ¿La una…? ¿Crees que soy tonta?
- ¡Que sí, que es la una, que lo acaba de repetir seis veces el reloj de la iglesia!