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domingo, 1 de diciembre de 2019

Juan de Valdés Leal y la Inmaculada Concepción

Juan de Valdés Leal - 1871 - Manuel Cabral y Aguado - Galería de Sevillanos Ilustres de la Universidad de Sevilla
      Juan de Valdés Leal nació en Sevilla el 4 de mayo de 1622. Su formación como pintor estuvo relacionada probablemente con el taller sevillano de Herrera el Viejo y con el del pintor cordobés Antonio del Castillo ya que su vida transcurre entre estas dos ciudades. No hay constancia de la fecha en que se traslada desde Sevilla a Córdoba aunque la existencia de un cuadro de "San Andrés" datado en 1647, en la iglesia de San Francisco de Córdoba, situaría a Valdés Leal por esas fechas residiendo en la ciudad califal. El año 1656 regresa definitivamente a Sevilla donde permanece hasta su fallecimiento. Recibió sepultura el 15 de octubre de 1690 en la iglesia de San Andrés.
      Su primer encargo importante le llega durante su estancia en Córdoba por parte del Convento de las Clarisas de Carmona para el que realiza cuatro grandes lienzos. También fue el autor del retablo del Convento de las Carmelitas de Córdoba en 1656. Ese mismo año regresa a Sevilla y en 1663 preside la Academia Sevillana de Pintura que había fundado junto a Francisco de Herrera el Mozo y Bartolomé Esteban Murillo en 1660. Sus obras, dentro del más puro barroco sevillano, son bastante variadas aunque alcanza gran popularidad por las que realizó para el Hospital de la Santa Caridad de Sevilla, las Postrimerías, con las obras “Finis Gloriae Mundi” e “In Ictu Oculi” que estremecen al espectador por su intenso dramatismo y truculencia.
      El dogma de la Inmaculada Concepción se introdujo con fuerza en la España del siglo XVII, especialmente en Sevilla, siendo muy numerosas las representaciones iconográficas de la Virgen María realizadas por pintores y escultores de la época. Francisco Pacheco, suegro de Velázquez, había impuesto unas normas iconográficas para representar a la Inmaculada que todo pintor debía seguir para que sus obras fuesen aprobadas. Así, en 1649, escribió en su libro Arte de la Pintura: "Hase de pintar, pues, en este aseadísimo misterio, esta Señora en la flor de su edad, de doce a trece años, hermosísima niña, lindos y graves ojos, nariz y boca perfectísima y rosadas mejillas, los bellísimos cabellos tendidos, de color de oro; en fin, cuanto fuere posible al humano pincel..."
      En esta ocasión presentamos siete obras de Juan de Valdés Leal referidas a la Inmaculada Concepción.

La Inmaculada Concepción con San Felipe y Santiago - Juan de Valdés Leal - 1654 - Museo del Louvre (París)
La Inmaculada Concepción con San Felipe y Santiago - 1654
Óleo sobre lienzo - 234 x 167 cm.
Museo del Louvre (París)


Inmaculada con San Antonio y San Eloy o La Virgen de los Plateros - Juan de Valdés Leal - 1654-56 - Museo de Bellas Artes de Córdoba
Inmaculada con San Antonio y San Eloy (La Virgen de los Plateros) - 1654-56
Óleo sobre lienzo - Altura: 220 cm. Ancho: 222 cm.
Museo de Bellas Artes de Córdoba

      En el cuadro la Virgen aparece acompañada de San Eloy, patrón de los Plateros, y de San Antonio de Padua que lleva en sus brazos al niño Jesús.
Fue realizado hacia 1645 durante la estancia en Córdoba del pintor. En esa ciudad Valdés Leal contrajo matrimonio con la hija de un platero y precisamente hizo esta Inmaculada para el gremio de Plateros de la ciudad. El cuadro estuvo colocado en un altar callejero de la antigua calle Pescadería hasta el año 1841 en que fue retirado.


La Inmaculada Concepción - Juan de Valdés Leal - 1659 - Iglesia de la Magdalena de Sevilla
La Inmaculada Concepción - 1659
Óleo sobre lienzo - 410 x 252 cm.
Iglesia de la Magdalena de Sevilla

      Esta Inmaculada forma parte de un conjunto de doce pinturas que fueron encargadas por Luis Federigui, caballero de la Orden de Calatrava, para el retablo de la iglesia del convento de San Benito de Calatrava en 1659.
      Fueron retiradas por los franceses en 1810 y depositadas en el Alcázar desde donde pasaron al Museo Provincial de Pinturas al no poder hacerlo a su lugar de origen por el estado de abandono de la iglesia. Reclamadas por el Capítulo de las Órdenes Militares, se entregaron al convento de Montesión y de allí pasaron a la capilla del Dulce Nombre de Jesús en 1919.
      De aquellas doce obras originales, hay nueve en poder de la Hermandad de la Quinta Angustia. Una de ellas es la Inmaculada que presentamos y que se puede admirar en la Capilla de la Hermandad en la Iglesia de la Magdalena de Sevilla.


Inmaculada Concepción - Juan de Valdés Leal - 1660 - Palacio Vela de los Cobos - Úbeda
La Inmaculada Concepción - 1660
Palacio Vela de los Cobos - Úbeda (Jaén)

     Esta Inmaculada de gran porte forma parte de una colección particular. El palacio, en uno de cuyos salones se encuentra expuesto el cuadro,  puede visitarse en la ciudad de Úbeda.


La Inmaculada Concepción - Juan de Valdés Leal - 1660-65 - Museo de Bellas Artes de Bilbao
La Inmaculada Concepción - 1660-65
Óleo sobre lienzo - 156,2 x 106,8 cm,
Museo de Bellas Artes de Bilbao

      No se conoce el destino inicial de esta Inmaculada que aparece por primera vez el año 1991 en una subasta de la casa Sotheby’s. Se volvió a subastar, esta vez en Madrid, el año 1995 y en 2014 pasó a formar parte del Museo de Bellas Artes de Bilbao  cedida por la Diputación Foral de Vizcaya que la había recibido, a su vez, de un coleccionista bilbaíno.


La Inmaculada Concepcion con dos donantes - Juan de Valdés Leal - 1661 - National Gallery Londres
La Inmaculada Concepcion con dos donantes - 1661
Óleo sobre lienzo - 190 x 204 cm.
National Gallery - Londres

      En esta composición la Virgen aparece como intercesora de la Humanidad ante el Padre y el Espíritu Santo que presiden la escena. Los dos personajes, una anciana orante que se cubre con una toca y un noble que porta un misal en su mano izquierda mientras señala con la otra a la Virgen, debieron pertenecer a la familia que encargó el cuadro.


Inmaculada Concepción - Juan de Valdés Leal - 1.665 - Museo Bellas Artes de Sevilla. Procede del Convento de san Agustín
Inmaculada Concepción -  1665
Procede del Convento de San Agustín
Óleo sobre lienzo - 315 x 200 cm.
Museo Bellas Artes de Sevilla

      Al más puro estilo de la Escuela Sevillana, y siguiendo la normativa iconográfica de Francisco Pacheco, realizó Valdés Leal esta Inmaculada para el retablo colateral del Convento de San Agustín de Sevilla. El convento, en estado ruinoso, aún se conserva en la calle San Alonso de Orozco.


La Inmaculada Concepción - Juan de Valdés Leal - 1682 - Óleo sobre lienzo - 206,5 x 144 cm. - Museo del Prado
La Inmaculada Concepción - 1682
Óleo sobre lienzo - 206,5 x 144 cm.
Museo del Prado

      Esta Inmaculada fue realizada en la última década de vida del pintor. La Virgen aparece en una actitud más íntima y recogida en contraposición al dinamismo y fastuosidad de la etapa anterior y de las representaciones de la Escuela Sevillana en general.
      El cuadro forma parte de una donación de Plácido Arango Arias al Museo del Prado en 2016.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Murillo - La Virgen de Sevilla... en París

Murillo - La Sagrada Familia, llamada "La Virgen de Sevilla" - Museo del Louvre de París
LA SAGRADA FAMILIA, LLAMADA "LA VIRGEN DE SEVILLA" (1665-70)
Bartolomé Esteban Murillo
Óleo sobre lienzo (2,40m x 1,90m)
MUSEO DEL LOUVRE - PARÍS

      Son muchos los sevillanos que desconocen que en la capital francesa hay una imagen a la que llaman “La Virgen de Sevilla”. He aquí una pequeña historia sobre ella.
      El año 1658, Bartolomé Esteban Murillo efectúa un viaje a Madrid donde estudia las pinturas de los maestros tanto del Renacimiento italiano como de la Escuela Flamenca. Ese conocimiento supone un punto de inflexión que incidirá en las obras de su madurez.
      Entre 1665 y 1670, dentro de su gran producción de cuadros religiosos para iglesias y conventos, realiza un lienzo sobre la Sagrada Familia en la que aparecen las figuras de María y su prima Santa Isabel con los pequeños Jesús y Juan Bautista bajo la atenta mirada del Padre y la Paloma que representa al Espíritu Santo.
      En esta obra, donde se observa la influencia del maestro Rafael de Sanzio, Murillo nos muestra una estampa familiar plena de gracia y ternura. La luz y el colorido dan alegría y vitalidad a la escena. Es el tipo de pintura que gusta tanto al pueblo como a los expertos y explica el éxito de Murillo.
      Desconocemos cual fue el destino de este cuadro cuando salió de las manos del Maestro ya que la siguiente referencia la tenemos el año 1786 en que el rey Luis XVI de Francia lo adquirió para su colección y posteriormente pasó al Museo del Louvre donde se encuentra en la actualidad.
      Aunque el tema representa la Sagrada Familia, el origen sevillano de la obra hizo que el cuadro fuese conocido popularmente como “La Virgen de Sevilla” y así ha llegado hasta nuestros días.

domingo, 30 de octubre de 2016

Murillo y la Inmaculada Concepción (II)

      Completamos nuestra entrada anterior sobre Murillo y la Inmaculada Concepción, en la que podemos observar ocho obras pictóricas del Maestro sevillano sobre este tema, con otro grupo de obras repartidas por museos de varios paises y que están atribuidas al Maestro o, en un caso, salidas de su Taller.
      Está diáspora de la obra de Bartolomé Esteban Murillo se debe al expolio realizado por el mariscal francés Soult en la ciudad de Sevilla durante la invasión francesa de España, entre 1808 y 1814.

Inmaculada Concepción - Murillo - Oleo sobre lienzo 211x126 cm The National Gallery LondresInmaculada Concepción - Murillo - Oleo sobre lienzo 250x178,5 cm Walters Art Gallery Baltimore Maryland's Mount Vernon - USA
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
211x126 cm
The National Gallery
LONDRES
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
250x178,5 cm
Walters Art Gallery
Baltimore Maryland's Mount Vernon - USA
Inmaculada Concepción con el Padre Eterno - Murillo - Óleo sobre lienzo 1665-69 Museo de Bellas Artes de SevillaInmaculada Concepción - Murillo - Óleo sobre lienzo 1650-55 37x26 cm Museo del Louvre
Inmaculada del Padre Eterno
Óleo sobre lienzo
1668-69
283x188 cm
Museo de Bellas Artes - SEVILLA
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
1650-55
37x26 cm
Museo del Louvre - PARÍS
Inmaculada del Espejo - Murillo - Óleo sobre lienzo 1660-78 192,5x145 cm Museo de Arte de Ponce - Puerto RicoInmaculada Concepción - Murillo - Óleo sobre tabla 1668 Sala Capitular de la Catedral SEVILLA
Inmaculada del Espejo
Óleo sobre lienzo
1660-78
192,5x145 cm
Museo de Arte de Ponce - PUERTO RICO
Inmaculada Concepción
Óleo sobre tabla
1668
Sala Capitular de la Catedral
SEVILLA  
Inmaculada Concepción - Murillo - Óleo sobre lienzo Hacia 1670 The Nelson-Atkins Museum of Art - Kansas CityInmaculada Concepción - Murillo - 1660-65 Meadows Museum Dallas
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
Hacia 1670
The Nelson-Atkins Museum of Art - KANSAS CITY
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
Hacia 1660-65
Meadows Museum - DALLAS
Inmaculada Concepción - Murillo - Óleo sobre lienzo 1662 91x70 cm Museo del Prado - MADRIDInmaculada Concepción - Taller de Murillo - Óleo sobre lienzo 37,5x29,8 cm Dulwich Gallery Picture - REINO UNIDO Taller de Murillo
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
1662
91x70 cm
Museo del Prado - MADRID
Inmaculada Concepción
Óleo sobre lienzo
37,5x29,8 cm
Dulwich Gallery Picture - REINO UNIDO
Taller de Murillo
Inmaculada Concepción con seis figuras - Murillo - Óleo sobre lienzo 1665  172x298cm Museo del Louvre - PARÍS
Inmaculada Concepción con seis figuras
Óleo sobre lienzo
1665 
172x298cm
Museo del Louvre - PARÍS

jueves, 5 de noviembre de 2015

Murillo y su obra para Santa María la Blanca de Sevilla

      Las obras que Murillo realizó para la iglesia de Santa María la Blanca fueron fruto de la amistad personal del pintor y de Justino de Neve, una de las grandes personalidades de la iglesia sevillana del siglo XVII, canónigo de la Catedral e impulsor de la reconstrucción de Santa María la Blanca.
      Sobre una mezquita del siglo X, se construye en el siglo XIII una sinagoga por concesión de Alfonso X a los judios de Sevilla. El año 1391, la sinagoga se convierte en iglesia bajo la advocación de Santa María la Blanca y, con el paso del tiempo, su estado de deterioro hizo que Justino de Neve propiciase, y financiase en parte, su reconstrucción que se llevó a cabo en 1662 bajo la dirección del arquitecto Juan González, maestro mayor del arzobispado, procediéndose a su nueva apertura en 1665.
      Fueron cinco las obras de Murillo que pasaron a formar parte de la renovada iglesia: un lienzo de "La Última Cena" realizado en 1650 para la Hermandad Sacramental de Santa María la Blanca y cuatro lienzos encargados en 1662 para ser colocados en los lunetos y testeros del nuevo templo.

La Última Cena - Murillo - 1650 Iglesia de Santa María la Blanca - Sevilla
La Última Cena - Murillo - 1650
Óleo sobre lienzo
Iglesia de Santa María la Blanca - Sevilla
   
      La Última Cena es una obra tenebrista donde destaca el gran dominio del pintor en el manejo de las luces y las sombras. La luz se concentra en el centro del lienzo para dirigir la atención del espectador hacia el rostro de Jesús.

      Los dos siguientes cuadros estaban destinados a ser expuestos en los lunetos existentes bajo el casquete semiesférico, de ahí su peculiar forma ya que tenían un destino muy concreto en el recinto sagrado. Fueron expoliados en 1810 por el Mariscal Soult y devueltos a España en 1816 quedando depositados actualmente en el Museo del Prado.

El sueño del patricio Juan y su esposa - Murillo - 1662/65 Óleo sobre tela, 232 x 522 cm Museo del Prado - Madrid
El sueño del patricio Juan y su esposa - Murillo - 1662/65
Óleo sobre lienzo, 232 x 522 cm
Original en el Museo del Prado - Madrid

El patricio revelando su sueño al Papa Liberio - Murillo - 1662/65 Óleo sobre tela, 232 x 522 cm Museo del Prado - Madrid
 El patricio revelando su sueño al Papa Liberio - Murillo - 1662/65
Óleo sobre lienzo, 232 x 522 cm
Original en el Museo del Prado - Madrid

      Estas dos obras tienen como base una leyenda medieval que narra el origen de la iglesia matriz de Santa María de la Nieves de Roma que acaeció el siglo IV durante el pontificado del papa Liberio.
      Vivía en aquella época en Roma un patricio llamado Juan y su esposa, muy devotos de la Virgen María a cuyo culto habían decidido legar sus bienes cuando falleciesen. En sus oraciones habían pedido una señal a la Virgen de cómo debían formalizar este deseo para que revirtiese en la finalidad que deseaban. Cuenta la leyenda que un 5 de agosto la Virgen se les apareció en un sueño para encomendarles la construcción de una iglesia en el monte Esquilino, en cuya cima encontrarían trazada en la nieve la planta del nuevo templo.
      Ambos esposos se presentaron ante el Papa para informarles del sueño que habían tenido y éste organizó una procesión hasta el monte Esquilino en cuya cima se pudo comprobar cómo sobre la nieve, de forma presuntamente milagrosa, estaba trazada la planta de una iglesia.

      Por último, realizó dos cuadros destinados a ser colocados en los testeros de las naves laterales. Ambos fueron expoliados en 1810 por el Mariscal Soult, al igual que los dos anteriores, pero no han sido devueltos a España.

El triunfo de la Inmaculada Concepción - Murillo - 1662/65 Óleo sobre tela, 172 x 298 cm Museo del Louvre - París
El triunfo de la Inmaculada Concepción - Murillo - 1662/65
Óleo sobre lienzo, 172 x 298 cm
Original en el Museo del Louvre - París

El triunfo de la Eucaristía - Murillo - 1662/65 Óleo sobre tela, 165 x 251 cm Oxfordshire, Faringdon Collection, Buscot Park
El triunfo de la Eucaristía - Murillo - 1662/65
Óleo sobre lienzo, 165 x 251 cm
Original en Oxfordshire, Faringdon Collection, Buscot Park

      La Inmaculada Concepción es un tema apasionante en la Sevilla del siglo XVII y en la obra de Murillo. No podía faltar en la restauración de Santa María la Blanca una referencia a este fervor religioso que invade la ciudad en defensa de la Inmaculada.
      En esta primera obra, "El triunfo de la Inmaculada Concepción", Murillo representa a la Virgen en una postura característica en sus Inmaculadas: en pie, manos juntas a la altura del pecho y desplazadas hacia su lado izquierdo, cabello largo, túnica blanca con manto azul y sobre nubes que le sirven de trono acompañada de simbología mariana y varios ángeles. Aparece también un grupo de seis personas de distintas edades entre los que podrían estar presentes personajes relacionados con la iglesia de Santa María la Blanca o amigos del pintor.
      La segunda obra, “El triunfo de la Eucaristía”, incide en otra de las temáticas religiosas de la época: la adoración del Santísimo Sacramento, muy extendida por la proliferación de Hermandades Sacramentales creadas a este fin. La parte central de la composición la ocupa el cáliz con el Santísimo sostenido por una figura femenina que representa a la Iglesia. A su derecha un grupo de fieles adoran el Sacramento; en ellos podemos observar la facilidad de Murillo para captar y transmitir al espectador la expresividad, en rostros y gestos, de las personas que componen el grupo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Murillo y su obra para el Claustro Chico del Convento de San Francisco

      En 1645, Murillo recibe el encargo de pintar trece lienzos para el Claustro Chico del Convento de San Francisco. De esos lienzos, expoliados por el mariscal Soult en 1810 durante la invasión napoleónica, se han perdido dos y el resto se encuentran repartidos por diversos lugares de Europa y América quedando sólo uno de ellos en Sevilla. En estas obras se exaltan las virtudes de la Orden franciscana, en especial el espíritu de pobreza y la caridad, y los milagros protagonizados por algunos miembros de la comunidad.
      El Claustro Chico del desaparecido convento de San Francisco de Sevilla (1268-1840) se encontraba detrás del arco del actual Ayuntamiento.

      Estos son los once lienzos que han llegado hasta nuestros días:

San Francisco confortado por un ángel
Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)
       Un ángel baja del cielo y con su música mitiga el intenso dolor que sufre San Francisco. Destaca la penumbra de la escena y la luz de los dos personajes.


San Diego dando comida a los pobres
Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)
      Escena costumbrista donde los mendigos acuden a las puertas del convento para recibir comida.


San Francisco Solano y el toro
Patrimonio Nacional (Alcázar de Sevilla)
      Esta obra representa al Santo, misionero en Perú, apaciguando a un toro que había escapado y conduciéndolo atado con el cordón de su hábito. Fue el único lienzo que se salvó del expolio del mariscal Soult porque no estaba colocado en el Claustro Chico sino en otras dependencias y no se reconoció en su momento como obra de Murillo.


San Diego en éxtasis ante la Cruz
Musée des Agustins (Toulouse – Francia)
      San Diego levita en presencia de la Cruz, concentrado en una intensa meditación espiritual, mientras trabaja la huerta del convento. A destacar las expresiones de los personajes que contemplan la escena en contraste con la humildad de San Diego.


San Salvador de Horta y el inquisidor de Aragón
Musée Bonnat (Bayonne – Francia)
      El inquisidor de Aragón comprueba, de incógnito, las curaciones milagrosas de San Salvador con los pobres. El fraile, por inspiración divina, reconoce al inquisidor y se postra humildemente ante él.


La cocina de los ángeles
Museo del Louvre (París - Francia)
      Fray Francisco Pérez, se concentra tan profunda e intensamente en la meditación espiritual que descuida su labor en la cocina por lo que un grupo de ángeles baja a realizar esta tarea para evitar que sea reprendido por el Superior del convento.


Fray Junipero y el mendigo
Museo del Louvre (París – Francia)
      Destaca la caridad de este franciscano hacia los pobres que llegaba incluso a desprenderse de sus hábitos para vestirlos.


La muerte de Santa Clara - Gemaldegallerie, Dresden 190 X 446 cm
La muerte de Santa Clara
Gemaldegallerie (Dresde – Alemania)
      Apología de la dignificación de la muerte, donde la virtud es recompensada en el tránsito a la otra vida.


San Gil en éxtasis ante Gregorio IX
North Carolina Museum of Art – (Raleigh, North Carolina – USA)
      San Gil, siglo XIII, entraba en éxtasis cuando alguien en su presencia pronunciaba la palabra cielo, gloria o paraíso. El papa Gregorio IX llama a San Gil a Viterbo para comprobar personalmente este hecho, repitiéndolo después en presencia de varios cardenales momento que recoge la obra pictórica.


Visión de fray Julián de Alcalá de la ascensión del alma de Felipe II
Art Institute in Williamstown (Williamstown, Massachusetts – USA)
      Episodio milagroso profetizado por San Julián acerca de Felipe II, del que dijo que su alma subiría al cielo envuelta en una nube de fuego y que pudo ser contemplado por un grupo de testigos.


Dos franciscanos
National Gallery (Ottawa – Canadá)
      Parece tratarse de Fray Juan de la Cruz que impone las manos sobre la cabeza de un compañero enfermo para curarle de la peste.


Bibiografía consultada: Murillo: sombras de la tierra, luces del cielo - Enrique Valdivieso