sábado, 7 de diciembre de 2013

Velázquez y la Inmaculada Concepción

Diego Velázquez - Inmaculada Concepción (1618) - National Gallery (Londres)
Inmaculada Concepción (1618)  - Diego Velázquez 
Óleo sobre lienzo  135,5 cm. × 101,6 cm.
National Gallery (Londres)

      La Inmaculada Concepción de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez que se encuentra en la National Gallery londinense pertenece a su etapa sevillana y está datada hacia 1618 cuando el pintor, discípulo de Francisco Pacheco, contaba 18 años de edad.
      Esta obra la realizó, junto a otra de San Juan Evangelista, para el convento del Carmen Calzado de Sevilla. En 1809 ambas fueron vendidas a Bartholomew Frere, embajador de Gran Bretaña. En 1974, la National Gallery de Londres adquirió la Inmaculada Concepción.
      La obra se realiza en un momento en que Sevilla vive una apasionada defensa del dogma concepcionista. En su realización sigue las directrices emanadas de su maestro Francisco Pacheco aunque se toma algunas libertades al respecto. Parece que la modelo fue su propia esposa, Juana, hija de Pacheco y la forma en que la representa se asemeja más a un retrato del natural que a la forma en que las normas de su suegro y maestro idealizan la representación de la Inmaculada Concepción.

Nota: En el Centro de investigación Velázquez, de la Fundación Focus-Abengoa (Hospital de los Venerables en Sevilla), existe otra Inmaculada de la escuela de Pacheco que está atribuida a Alonso Cano aunque el profesor estadounidense Jonathan Brown sugiere como autor a Velázquez.

Actualización 15-09-2016

Diego Velázquez - Inmaculada Concepción (1618) - Fundación Focus-Abengoa (Sevilla)
Inmaculada Concepción (1618)  - Diego Velázquez 
Óleo sobre lienzo  142 cm. × 98 cm.
Fundación Focus-Abengoa - SEVILLA

      Los estudios realizados por el profesor estadounidense Jonathan Brown ya apuntaban la autoría por parte de Velázquez de la Inmaculada Concepción que se encuentra en la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla. Desde la aparición de la obra en el mercado de arte, en 1990, se produjo un intenso debate en torno a su autor, que unos atribuían a Alonso Cano y otros a Velázquez, dándose la circunstancia de que ambos eran aprendices en el taller de Pacheco en la fecha que se supone se realiza la Inmaculada. Estudios posteriores, realizados por técnicos del Museo del Prado, han encontrado similitudes con otras obras de los primeros años de Velázquez que sugieren su autoría.
      Aunque en esta obra Velázquez sigue las directrices iconográficas del maestro Pacheco, su concepción artística es novedosa en la configuración volumétrica con unos perfiles muy definidos y un modelado firme en rostro y manos.

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