miércoles, 12 de diciembre de 2007

Y ya que hablamos del Pisa ...


Y no se trata del Polígono Pisa, ni de la torre de Pisa, sino del tan cacareado informe Pisa (2006) que hace un estudio sobre la educación de nuestros chavales de 15 años. Este trabajo revela que los jóvenes andaluces son los que peores resultados obtienen de toda España y que nuestra nación se sitúa en la zona de suspensos del ránking educativo mundial. Los políticos, que son los responsables de este tinglado puesto que son los que elaboran y aprueban las leyes educativas, se lavan las manos y arrojan piedras sobre familias y educadores. ¡Vaya escenita! Habría que recordarles que estos lodos los trae la LOGSE felipista, seguida de la LOE (vulgar remedo logsiano) y ahora la LEA (?); a esto, se unió la "Ley del Menor" y todo se fue al garete: desapareció la autoridad familiar, la educativa y hasta la policial y ocurrió lo lógico en estos casos, que el golfillo se hizo supergolferas y el que no lo era pensó que era de "gilis" no pasárselo guay en clase atizando mamporros por doquier y campeando a sus anchas en su imperio en vez de romperse los codos estudiando, como era su deber; el estado de cretinismo llegó a tal extremo, que los universitarios "granaínos", para ser más que los sevillanos capitalinos, quisieron batir el récord andaluz de botelloneros y ...lo consiguieron. ¡Qué orgullo para Granada y para Andalucía!
A nivel local sólo voy a dar dos datos que saltan a la vista:
- La mayoría de los centros educativos de Primaria, por no decir todos, no cumplen los requisitos en espacios, material y profesorado especializado de una educación del siglo XXI.
- El pueblo cuenta con una sola Biblioteca Pública, mientras en el aspecto deportivo hay un gran polideportivo (1 de mayo), dos espacios medios (Loreto y San José Obrero) y varios campos pequeños diseminados por la ciudad (Cooperativa, Plaza de Extremadura, ...)
Ante esta situación, le propongo a nuestros representantes políticos una idea: todos deportistas, todos futbolistas y que el próximo Pisa en vez de examinar a los chicos de competencias matemáticas o lingüísticas los examine de fútbol y de habilidades físicas. Seguro que no nos quedamos en los bajos del Pisa sino que somos los que "pisamos".

En este enlace puede leer un artículo sobre el tema.

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