lunes, 31 de diciembre de 2007

¡Hasta nunca, 2007!


Finaliza 2007. Año que acaba como empezó, con ruidos y atascos. Un año perdido en que no se ha hecho nada para salir de este submundo en que se ha convertido la Villa. No entiendo cómo no se permite que una farmacia o un supermercado abra las 24 horas para dar servicio al ciudadano y se tolere a las pandillas de zombies gamberriles, hienas urbanitas, que alardeen de sus pulmones de hojalata ahogada en cerveza y gas porretil, de sus abejorros "coshes" prepotentes emitiendo berridos flamenqueriles o martillodances, durante las 24 horas de un día tras otro.
¿Que si existe...? Si tiene coche y aparca en doble fila o lugar prohibido (no hay lugares permitidos porque todos están siempre ocupados y hay tres vehículos por cada aparcamiento) pues no dude que existe, ¡je, je!, y al acecho. No, para lo otro no, ¡que no!, y si está pues no se nota, o ni puñetero caso. ¿De qué hablo? Cosas mías, pero el que malviva aquí lo entenderá. ¡Uf!, el café de la esquina Cortés, excelente.
Vale, que esta noche tolero el ruido, el petardeo y lo que haga falta, que es Nochevieja.
Gente de buenvivir, conciudadanos honrados, feliz noche y que 2008 nos depare un poquito de descanso cuando lo necesitemos. A las hienas de la Villa les deseo que tengan la misma paz y descanso que ellos permiten a los demás.

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