miércoles, 15 de agosto de 2007
Mercababel, el San Juan cosmopolita.
De dos años acá no cabe duda que la ciudadanía de San Juan ha cambiado mucho. Por una parte muchos sanjuaneros han emigrado hacia Mairena, Almensilla, Palomares, Bormujos y otras zonas del Aljarafe buscando lo que San Juan no les daba, una vivienda digna a un precio asequible. Este vacío y consecuentemente el abandono de cierta "infravivienda" ha favorecido la inmigración de clases desfavorecidas que trabajando en Sevilla no pueden hacer frente al coste de una vivienda en propiedad o alquiler en la capital. San Juan está irreconocible. Y no lo digo por su caserío, ni su caótica circulación, ni su falta de aparcamientos, ni su proverbial suciedad (a pesar del Ayuntamiento y también por su culpa), ni sus descuidados y exiguos parques, ..., lo digo por sus gentes. A los primeros "moros" (tiendas regentadas por marroquíes) se los han comido los "chinos" que proliferan por doquier y compran o alquilan cualquier local donde instalar un negocio. Ya se oye por el pueblo la "Plaza de los Chinos" en referencia a la Plaza de la Constitución y donde ya se asientan cuatro comercios regentados por ciudadanos de este país. Hay que reconocerles que trabajadores son como el que más y que abren domingos y festivos y no tienen vacaciones. Por otra parte, hay una gran colonia de cubanos y sudamericanos que copa las grandes torres sanjuaneras y la Cooperativa. Otro grupo, procedente del África subsahariana, se instala especialmente en la calle 28 de Febrero y aledaños. Lugar de encuentro común: Mercababel, el gran supermercado del Barrio Alto de San Juan. Entrar a Mercababel supone pasear por el más cosmopolita de los barrios obreros parisinos o londinenses, encontrará todas las razas, vestimentas, lenguas, ... y en una apacible convivencia mientras realizan un trabajo común y cotidiano, la compra. ¡Bendita compra diaria que nos iguala a todos los que tenemos la suerte de poder realizarla! Cierto es que San Juan está siendo un modelo de convivencia, con el esfuerzo de todos, y habrá que poner los medios necesarios para que no se formen guetos que puedan romperla en un futuro. Hoy por hoy, si quieren ver cómo somos y cómo se convive en San Juan, vengan a Mercababel.
Nota: Mercababel es un nombre ficticio, ya suponen ustedes de quién se trata.
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