Sí, amigos, por raro que les suene San Juan de Aznalfarache no tiene campo. Ya sé que todas las ciudades están rodeadas de campo, no digamos los pueblos o las aldeitas perdidos en medio del campo. Sí, lo sé, pero les repito que San Juan no tiene campo.
Dicen los abuelos del lugar que una vez hubo olivos y San Juan vivió de sus frutos. Cuentan las crónicas de Al-faray que las riberas del Guadalquivir estaban llenas de huertos y el perfume de las rosas de sus jardines podía percibirse cuando las embarcaciones pasaban la vieja Caura (Coria del Río). Las monedas romanas de Osset nos muestran la riqueza de nuestra fértil tierra cuyas viñas abastecían a la codiciosa Roma del preciado vino de las tierras conquistadas a Tartessos.
¿Y qué ocurrió? ¿Cuándo nació una mente tan retorcida que decidió dejar huérfana nuestra villa de los verdes olivos que la bañaban? ¿Quién fue el necio Nerón que nos arrebató nuestro campo?
Los niños de San Juan nunca han visto el campo, no saben lo que es, no son conscientes de que ahí está el alma y la tradición de los pueblos y que sin campo no hay humanidad, no hay cultura , no hay vida ...
¿Quién fue el canalla que robó la inocencia de nuestros niños? ¿Quién nos robó el campo?
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