domingo, 21 de diciembre de 2025

Gerrit van Honthorst - Adoración del Niño (1620)

Adoración del Niño - Gerrit van Honthorst - 1620 - Galería de los Uffici - Florencia
ADORACIÓN DEL NIÑO (1620) 
Óleo sobre lienzo - 95.5 x 131 cm. 
Gerrit van Honthorst  
GALERÍA DE LOS UFFICI - FLORENCIA

    La Natividad se presenta en esta obra como un instante de revelación íntima: el nacimiento de Jesús en un pesebre humilde, rodeado por la mirada atenta de María, José y los primeros testigos. La escena concentra la emoción de lo sagrado en lo cotidiano, invitando al espectador a participar de un momento que, aunque silencioso, irradia una fuerza espiritual capaz de transformar la oscuridad de la noche en claridad compartida.
     En la Adoración del Niño, de Gerrit van Honthorst, la composición se organiza en torno a un foco lumínico único: el cuerpo del recién nacido. La luz se expande desde el pesebre hacia los rostros inclinados, creando un círculo de devoción que une a los personajes en un mismo gesto de contemplación. La ausencia de elementos arquitectónicos o paisajísticos concentra la atención en la humanidad de la escena, reforzada por la precisión con que el pintor resuelve las texturas de la paja, los paños y las manos.
    Este recurso lumínico revela la impronta caravaggista que Honthorst asimiló durante su estancia en Italia. El tenebrismo, lejos de ser un mero efecto dramático, se convierte aquí en lenguaje espiritual: la oscuridad envolvente subraya la irrupción de la luz como signo de lo divino. La obra se inscribe en el contexto del primer Barroco europeo, cuando la pintura religiosa debía conmover y persuadir, ofreciendo al creyente una experiencia sensible de la fe. En este sentido, la Adoración del Niño es tanto una representación bíblica como un ejercicio de teatralidad contenida, donde la luz actúa como argumento y revelación.
    Gerrit van Honthorst (Utrecht, 1592–1656) fue uno de los principales representantes de la escuela de Utrecht y alcanzó gran fama en Italia bajo el apelativo de Gherardo delle Notti, por sus escenas nocturnas iluminadas con velas. Discípulo de Abraham Bloemaert, trabajó en Roma en la década de 1610 y, tras su regreso a los Países Bajos, se consolidó como retratista y pintor de género, con encargos para cortes en La Haya y Londres. Su estilo, marcado por la fusión de la intensidad italiana y la sobriedad nórdica, le permitió crear un lenguaje propio donde la luz es protagonista y donde lo sagrado se expresa con una cercanía que aún hoy conmueve.

sábado, 20 de diciembre de 2025

Sandro Botticelli - La Natividad (1475)

La Natividad - 1475 - Sandro Botticelli - Columbia Museum of Art - USA
LA NATIVIDAD (1473-5)
161 x 137 cm.
Sandro Boticelli
COLUMBIA MUSEUM OF ART - CAROLINA DEL SUR

    Este fresco trasladado a lienzo, conservado en el Museo de Arte de Columbia, es una de las piezas más singulares de Sandro Botticelli y el único fresco del maestro florentino que se encuentra en Estados Unidos. Pintado hacia 1473–1475 para un espacio devocional privado en Florencia, llegó a América gracias a la Samuel H. Kress Foundation, que a mediados del siglo XX donó numerosas obras del Renacimiento italiano a museos del país.
    La escena representa la Natividad según la visión de Santa Brígida: María arrodillada en adoración ante el Niño luminoso, José en actitud contemplativa, el buey y la mula al fondo y los pastores acercándose desde la izquierda. Tres ángeles suspendidos en el techo del establo cantan desde un libro abierto, un detalle de gran delicadeza que subraya el carácter sagrado del momento. El paisaje profundo y la arquitectura renacentista del fondo sitúan el misterio en un entorno familiar para el espectador florentino.
    La obra muestra a un Botticelli joven, todavía cercano a la influencia de Fra Filippo Lippi, pero ya dueño de su elegancia lineal y su sensibilidad espiritual. Sandro Botticelli (1444–1510), uno de los grandes maestros del Renacimiento, desarrolló un estilo inconfundible que combina la gracia del dibujo, la poesía visual y una profunda religiosidad, visible tanto en sus escenas sagradas como en sus célebres composiciones mitológicas.

viernes, 19 de diciembre de 2025

Publicidad 1980 - Gaseosa La Inesperada (Linares)

    Finalizamos este año la serie de carteles publicitarios con una imagen cuya datación exacta se nos escapa, aunque todo apunta a que vio la luz entre finales de los setenta y los primeros años ochenta. La elegimos por dos razones que tocan la memoria y el corazón.
    La primera, porque aquel cartel anunciaba la gran novedad de la época, la gaseosa de fresa, un pequeño milagro para los paladares de tantos clientes, que llegaba para felicitar la Navidad junto a su inseparable compañera, la gaseosa blanca. Y la segunda, porque hoy, al contemplarlo, sentimos una alegría profunda, la de saber que la laboriosa ciudad minera de Linares, vuelve a contar con una planta de fabricación de automóviles en el Parque Empresarial de SANTANA.
    Un guiño al pasado que ilumina el presente y nos recuerda que algunas historias, por fortuna, saben renacer.

Gaseosa La Inesperada - Hacia 1980 - Linares
GASEOSA LA INESPERADA - LINARES
Hacia 1980

    La fábrica de gaseosas La Inesperada, fundada en Linares sobre 1931, fue durante décadas un emblema de la ciudad y de la cultura popular andaluza. Este negocio familiar, que mantuvo siempre un proceso de elaboración artesanal, logró mantenerse firme frente a la expansión de las grandes multinacionales, ofreciendo productos únicos que marcaron generaciones. Tras casi ochenta años de actividad, cerró sus puertas a comienzos del siglo XXI por dificultades económicas, dejando tras de sí un legado imborrable en la memoria colectiva.
    Entre sus productos más celebrados destacó la gaseosa de fresa, una apuesta innovadora que conquistó rápidamente el paladar de los linarenses. Su sabor dulce y espumoso se convirtió en el ingrediente esencial de los populares vargas, ese vino de verano tan nuestro, elaborado con tinto común y gaseosa de fresa. La fórmula fue un éxito rotundo, tanto en bares como en reuniones familiares, y convirtió a La Inesperada en referencia obligada del refresco local. 
    El cartel que hoy presentamos, probablemente creado en los años 80, muestra con estilo festivo dos de sus productos estrella: la gaseosa blanca tradicional y la dulce de fresa, bajo el lema “una vida contigo Felices Fiestas”. Más que una simple publicidad, es una entrañable felicitación navideña dirigida a su fiel clientela, que evoca el calor de las celebraciones compartidas. Hoy, cuando la fábrica ya no existe, contemplar este anuncio es también rendir homenaje a una marca que supo estar presente en los momentos felices de tantas familias.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

Los villancicos, su origen y evolución.

    El origen de los villancicos es mucho más profano y terrenal de lo que solemos imaginar cuando los escuchamos hoy bajo las luces de Navidad. Aunque actualmente los asociamos exclusivamente a la religión, la palabra "villancico" proviene de "villano", término que designaba a los habitantes de las villas o aldeas campesinas. En sus inicios, durante la Edad Media, no eran canciones sagradas, sino piezas populares que hablaban de los sucesos cotidianos del campo: amores, desengaños, las cosechas o las noticias del pueblo.

Campesinos medievales cantan "villancicos"
VILLANCICOS EN EL MEDIEVO 
  
    A partir del siglo XV, el villancico se consolidó como una forma poética y musical culta en las cortes de la Península Ibérica. Compositores de la época tomaron esas melodías populares y les dieron una estructura artística más compleja, convirtiéndolas en piezas polifónicas. En este periodo, el tema seguía siendo mayoritariamente amoroso o picaresco, destacando el Cancionero de Palacio como una de las fuentes más importantes donde se recogen estas composiciones que aún conservaban su frescura popular. 
    El giro decisivo hacia lo religioso ocurrió durante el siglo XVI y, sobre todo, en el XVII. La Iglesia Católica, consciente del enorme poder de comunicación de este género, decidió adoptarlo para hacer más cercano el mensaje del Evangelio. Se empezaron a componer villancicos específicos para las festividades religiosas, especialmente para la Navidad, sustituyendo los textos profanos por historias sobre el nacimiento de Jesús, la Virgen María y los pastores. Esta estrategia pedagógica permitía que el pueblo llano participara de la liturgia de una forma alegre y comprensible.
    Con el paso del tiempo y la expansión hacia América, el villancico se fue transformando en una tradición doméstica y comunitaria. Durante el siglo XIX, el género se alejó de los grandes templos y las cortes para volver a las casas y a las plazas, adoptando instrumentos sencillos como la zambomba, el almirez o la pandereta. Fue en este momento cuando se fijaron muchas de las melodías que hoy conocemos de memoria y que forman parte del patrimonio sentimental de las familias durante las fiestas decembrinas.

Villancicos religiosos
VILLANCICOS NAVIDEÑOS 

    En la actualidad, los villancicos son un fenómeno global que ha sabido adaptarse a cada región, incorporando ritmos locales que mantienen viva la tradición. Desde las grandes orquestas que interpretan clásicos internacionales hasta las versiones pop contemporáneas, el villancico sigue cumpliendo su función original: ser un vehículo de cohesión social y celebración colectiva que, a pesar de los cambios en los gustos musicales, sobrevive gracias a su capacidad de evocar nostalgia y alegría compartida.

Villancico flamenco, Andalucía
VILLANCICO FLAMENCO - ANDALUCÍA 

    Mención especial merece el villancico flamenco, una de las expresiones más bellas y profundas de la cultura andaluza. En Andalucía, la Navidad se vive a través de la "zambomba", una celebración donde el pueblo se reúne alrededor de una hoguera para cantar al compás de bulerías, tangos y rumbas. Aquí, el villancico se despoja de su rigidez para llenarse de quejío y duende, adaptando las letras bíblicas al costumbrismo andaluz con una naturalidad asombrosa. Esta fusión convierte la Navidad en una fiesta flamenca donde lo sagrado y lo profano se abrazan, demostrando que en el sur, la fe y el arte se expresan con el mismo latido emocional.

martes, 16 de diciembre de 2025

Navidad 2025 - Puente Genil, donde la Luz nace dos veces.

Puente Genil - Navidad 2025 - Rosa Bordas Molina
PUENTE GENIL - NAVIDAD 2025
El Nacimiento 
Rosa Bordas Molina 
Acrílico sobre lienzo - 54x73 cm.

    En el cartel de Navidad 2025 de Puente Genil, obra de Rosa Bordas Molina, la escena del Nacimiento se convierte en un faro de ternura y devoción. José y María, envueltos en tonos cálidos y profundos, contemplan al Niño envuelto en paja dorada, como si la luz que lo rodea brotara desde el corazón mismo de la fe. La textura pictórica, rica y envolvente, nos invita a detenernos, a mirar con los ojos del alma. No es solo una imagen, es una llama que arde en el silencio del invierno.
    Esta ciudad cordobesa, célebre por su dulce de membrillo y por ser cuna de las luces que iluminan la Navidad en calles de todo el mundo, se presenta aquí como algo más que industria y tradición. Puente Genil, la ciudad de la luz, se revela también como ciudad del espíritu. Porque si sus fábricas encienden plazas y avenidas, este cartel enciende corazones. Es la luz que se siente en el interior, la que guía, consuela y une.
    Así, en esta Navidad, Puente Genil se ofrece al mundo como doble luminaria: con sus guirnaldas que cruzan continentes y con esta imagen que, como estrella de Belén, señala el camino hacia lo esencial. Rosa Bordas ha pintado no solo un cartel, sino una promesa: que la luz que nace en un pesebre puede recorrer el mundo entero, desde Andalucía hasta el último rincón donde alguien espere, en silencio, la llegada del Amor.

ENLACES

lunes, 15 de diciembre de 2025

El árbol de Navidad: origen y evolución.

    El árbol de Navidad, tal como lo conocemos, es una tradición relativamente reciente, pero sus raíces se hunden en antiguas culturas paganas de Europa del Norte. Estos pueblos, como los celtas o los germanos y escandinavos, veneraban a la naturaleza y a los árboles perennes, como el roble o el abeto, considerándolos un símbolo de vida eterna y fertilidad ante la llegada del solsticio de invierno. Llevaban ramas a sus hogares o decoraban árboles sagrados con la esperanza de atraer la protección de los dioses y asegurar el regreso del sol.

San Bonifacio y el roble pagano    
SAN BONIFACIO Y EL ROBLE PAGANO

    Una de las leyendas más conocidas que enlaza esta tradición pagana con el cristianismo se sitúa en la Alemania medieval. Se cuenta que San Bonifacio (siglo VIII), un misionero británico, derribó un roble dedicado al dios Thor e invitó a los paganos a reunirse en torno a un joven abeto cercano, al que designó como el árbol del Niño Jesús para celebrar su nacimiento. 
     Más tarde, en la Alemania medieval, apareció la forma más cercana al árbol navideño actual. Cada 24 de diciembre se celebraba la "Fiesta de Adán y Eva", en la que se empleaba un árbol adornado con manzanas, dulces y velas para evocar el Paraíso y el Árbol de la Vida. A partir de este trasfondo simbólico, y especialmente en ciudades bálticas como Tallin (1441) o Riga (1510), se documenta la costumbre de erigir árboles de Navidad en plazas públicas.
    La costumbre se popularizó ampliamente en Europa en el siglo XIX, en gran parte gracias a la influencia de la realeza. En 1841, la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto (de origen alemán), hicieron de la decoración de un abeto una tradición familiar en el Palacio de Buckingham, lo que rápidamente se difundió entre la nobleza y, posteriormente, entre la burguesía. 
    La tradición del árbol de Navidad llegó a España de forma tardía y, como en otros lugares, a través de la influencia de la nobleza europea. Se considera que el primer árbol de Navidad en España se instaló en Madrid durante las Navidades de 1870. 
    La impulsora fue Sofía Troubetzkoy, una aristócrata rusa que se había casado en segundas nupcias con el duque de Sesto, José Osorio y Silva-Bazán, un prominente político y militar español. Sofía, acostumbrada a la costumbre en otros países europeos, mandó instalar un abeto decorado en el Palacio de Alcañices (ubicado donde hoy se encuentra el Banco de España, en el Paseo del Prado de Madrid).

Familia decorando el árbol de Navidad 
FAMILIA DECORANDO EL ÁRBOL DE NAVIDAD
 
    A pesar de esta introducción temprana en la alta sociedad madrileña, la tradición no arraigó de inmediato ni de forma generalizada. Durante muchas décadas, la costumbre navideña por excelencia en los hogares españoles siguió siendo el Belén o nacimiento.
    El árbol de Navidad se fue popularizando de forma progresiva a lo largo del siglo XX, especialmente a partir de la segunda mitad, influido por las modas y la iconografía navideña que llegaban de otros países de Europa y Norteamérica, hasta convertirse en un elemento imprescindible de la decoración navideña actual.

sábado, 13 de diciembre de 2025

El origen del primer Belén

Belén con San Francisco de Asís
SAN FRANCISCO DE ASÍS Y EL PRIMER BELÉN

    El primer Belén surgió en Greccio, Italia, en 1223, gracias a San Francisco de Asís, quien pidió permiso al papa Honorio III para recrear el nacimiento de Jesús con un pesebre, un buey y un asno. Este gesto, inspirado en su viaje a Tierra Santa, dio origen a una tradición que pronto se extendió por toda Europa. 
    San Francisco de Asís, tras visitar Palestina, quiso que la gente pudiera experimentar de manera sencilla y visual el misterio de la Navidad. Con autorización del papa Honorio III, organizó en la Nochebuena de 1223 una representación en una gruta cercana a la ermita de Greccio. Allí dispuso un pesebre con heno y colocó un buey y una mula, siguiendo el relato evangélico. Según las crónicas de Tomás de Celano y de San Buenaventura, durante la misa celebrada en aquel lugar se vivió una profunda emoción: los asistentes sintieron que la escena les acercaba al nacimiento de Cristo. 
    Este primer Belén no tenía figuras talladas, sino que era una escenificación viviente. Con el tiempo, la idea se difundió por Italia y luego por toda Europa, transformándose en los belenes con figuras que conocemos hoy. En el siglo XV, en Nápoles, comenzaron a elaborarse figuras de barro y madera, y más tarde se añadieron pastores, ángeles y reyes magos. Así, lo que empezó como un gesto humilde de San Francisco se convirtió en una de las tradiciones más queridas de la Navidad.

viernes, 12 de diciembre de 2025

Filatelia navideña - Canadá (2025)

    El Servicio postal canadiense ha emitido en 2025 dos series de sellos dedicados a la Navidad, una de carácter laico, con tres valores sobre la fauna local, y otra de carácter religioso, con un solo valor, de la que nos hacemos eco en esta entrada por ser, a nuestro parecer, conmovedoramente sencillo. 

 Filatelia - Canadá - Navidad 2025 - 06.11.25 - Sello
CANADÁ - FILATELIA NAVIDEÑA 2025
Serie religiosa - Sello 

Filatelia - Canadá - Navidad 2025 - 06.11.25 - Sobre Primer día
CANADÁ - FILATELIA NAVIDEÑA 2025
Serie religiosa - Sobre Primer día

    Este diseño de Canada Post es una elección perfecta para ilustrar la belleza de la temporada navideña. El sello se erige como una pequeña obra de arte que reinterpreta la escena de la Natividad con un estilo único y accesible, logrando un equilibrio entre la tradición y una estética suavemente moderna.
    La ilustración, creada por Bex Morley y diseñada por Sputnik Design Partners Inc., presenta una escena de La Natividad bajo un cielo estrellado y profundo. La composición es inmediatamente atractiva, centrada en las figuras de María y José, cuyas expresiones son tiernas y serenas. La vestimenta de los protagonistas, en tonos azules suaves y marrones terrosos, aporta un toque tradicional, mientras que la presencia del Niño Jesús irradia un sutil halo dorado, simbolizando la luz y la esperanza que caracterizan esta celebración. 
    La paleta de colores es nocturna y atmosférica, dominada por azules oscuros y grises verdosos, lo que acentúa de manera magistral el brillo de la Estrella de Belén en el centro superior; esta estrella se convierte en el punto focal que guía la mirada. Narrativamente, el diseño incluye detalles que enriquecen el relato: un ángel alado y alegre anuncia la buena nueva con una trompeta en el lado derecho. En el fondo, las siluetas de los Reyes Magos y sus camellos se aprecian avanzando a través de las colinas ondulantes, añadiendo profundidad a la historia. Además, la inclusión de un burro y una oveja en primer plano ancla la imagen en la humildad del pesebre, dotando al sello de una ternura conmovedora y campestre. 
    Este diseño navideño canadiense es, en conjunto, una pieza atemporal y llena de paz, cuya sencillez artística consigue transmitir el mensaje de alegría y esperanza de las fiestas.

DATOS TÉCNICOS DE LA EMISIÓN
Serie: The Nativity
Motivo: Sagrada Familia
Fecha de emisión: 6 de noviembre de 2025
Ilustración: Bex Morley
Diseño: Sputnik Design Partners Inc.
Impresión: Offset
Soporte: Papel autoadhesivo
Perforación: Troquelado
Formato: Pliego de 12 sellos
Valor del sello: P (Tarifa doméstica)
Tirada: 250000 pliegos

                                                                                                                        (Dedicado a Víctor e Iván - Sevilla)