Alonso Cano (1601–1667) fue un destacado escultor, pintor y arquitecto español, nacido en Granada. Formado en Sevilla, fue discípulo de Francisco Pacheco, maestro también de Velázquez, con quien adquirió un profundo conocimiento del arte y la teoría pictórica del Siglo de Oro. Su carrera transcurrió entre Sevilla, Madrid y Granada, donde desempeñó importantes cargos artísticos, como el de pintor del rey Felipe IV y, más tarde, el de canónigo de la Catedral de Granada. Cano destacó por su estilo elegante y equilibrado, que fusionaba la sobriedad clásica con la espiritualidad barroca. Su personalidad, compleja y temperamental, le valió tanto admiración como controversias, llegando incluso a ser acusado de asesinato, aunque fue absuelto.
La devoción a la Inmaculada Concepción tuvo una presencia central en la obra de Alonso Cano, especialmente en su última etapa granadina. Sus representaciones de la Virgen Inmaculada se convirtieron en modelos de pureza y delicadeza espiritual, influyendo profundamente en la iconografía posterior. Cano consolidó una imagen de la Inmaculada caracterizada por la serenidad, la dulzura del rostro y una composición armoniosa, alejada de excesos decorativos. En sus esculturas y pinturas, la Virgen aparece joven, de rostro ovalado, mirada baja y gesto recogido, vestida con túnica blanca y manto azul, símbolos de pureza y cielo. Con ello, Alonso Cano contribuyó a fijar la iconografía que se convertiría en el arquetipo de la Inmaculada en el arte español barroco.
Presentamos en orden cronológico sus obras pictóricas más interesantes sobre esta temática:
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1645/50 Alonso Cano Colección Privada Óleo sobre lienzo - 170 x 115 cm. |
La Virgen aparece en el centro de la composición, envuelta en un resplandor celeste y rodeada de pequeños ángeles. Su figura es esbelta y elegante, con la cabeza suavemente inclinada y una expresión serena y contemplativa. El gesto distintivo es la mano derecha extendida hacia un lado, en una muestra de suave gracia, mientras la izquierda reposa sobre el pecho, subrayando su humildad. Viste túnica blanca y manto azul oscuro, que se despliega con amplios pliegues envolventes, modelados por una luz suave que acentúa la sensación de volumen y movimiento. A sus pies, un grupo de querubines juguetea entre nubes, uno de ellos sosteniendo flores rosadas, símbolo de pureza. El conjunto irradia calma y espiritualidad contenida, combinando la luminosidad pictórica y el equilibrio clásico con una profunda sensibilidad religiosa. |
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1650 Alonso Cano Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava Óleo sobre lienzo - 182 x 112 cm. |
Esta obra es una de las más representativas de la madurez del artista. La Virgen María se presenta aislada en un fondo dorado y luminoso, sin los numerosos símbolos o figuras accesorias habituales, lo que concentra la atención en su figura. María aparece de pie, con una ligera torsión del cuerpo que acentúa la sensación de movimiento y gracia. La distinción iconográfica se halla en el cromatismo: la Virgen viste túnica rojiza y manto azul oscuro. El rojo alude al amor divino y a la encarnación, mientras que el azul simboliza la pureza celestial. El manto se abomba a la altura de la cintura y cae con pliegues amplios y firmes, revelando el dominio escultórico de Cano. Esta versión logra una interpretación íntima y depurada, alejada del dramatismo barroco, que funde el clasicismo con la emoción religiosa.
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1653/7 Alonso Cano Museo de Bellas Artes de Granada Óleo sobre lienzo 163,5 x 117,5 cm. |
Esta Inmaculada presenta una iconografía que se convirtió en modelo de referencia dentro de la escuela granadina del siglo XVII. La Virgen se sitúa sobre una media luna, elemento tradicional, sostenida por un grupo de querubines que refuerzan la idea de triunfo celestial. El atuendo sigue el esquema canesco (túnica blanca, manto azul). La disposición de las manos, juntas sobre el pecho, subraya la actitud de oración y entrega. La luz, distribuida con sobriedad, envuelve la figura, acentuando la espiritualidad. La composición, con la silueta en forma de huso y la serenidad del rostro, se convierte en un paradigma del modelo iconográfico que Alonso Cano consolidó en Granada.
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1662/3 Alonso Cano Catedral de Granada Óleo sobre lienzo 450 x 250 cm. |
Este monumental lienzo de más de cuatro metros de altura se presenta como la síntesis más solemne del modelo iconográfico de Cano. La Virgen se alza aislada en su verticalidad, sostenida sobre la media luna y acompañada de querubines, mientras que la luz que la envuelve la separa del fondo, convirtiéndola en centro absoluto de la composición. El rostro es el de una Virgen niña, serena y contemplativa, con la mirada baja. Las manos se juntan, un gesto de entrega y oración. El cromatismo se mantiene sobrio, dominado por blancos, azules y dorados. La composición transmite una sensación de equilibrio y gracia, pero también de majestad, adecuada al espacio catedralicio.
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1665 Alonso Cano Catedral de Notre-Dame de Luxemburgo Óleo sobre lienzo 285 x 235 cm. |
Esta versión monumental está centrada en la figura de la Virgen, que se dispone con las manos junto al pecho y la mirada baja, en actitud de humildad. La figura, dispuesta en forma de huso, está rodeada por numerosos ángeles y querubines. Algunos portan flores, como lirios y rosas (emblemas de virginidad), y otros están en actitud de adoración. El fondo está compuesto por nubes abiertas y luz etérea, que intensifican la atmósfera celestial. |
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INMACULADA CONCEPCIÓN - 1665/6 Alonso Cano Maria Onbevlekt Ontvangen Sint-Janshospitaal (Brugge) - Bélgica Óleo sobre lienzo |
En esta composición, la Virgen se alza con las manos juntas en oración y la mirada baja, transmitiendo serenidad contenida, sin dramatismo ni éxtasis. La figura está rodeada por una mandorla dorada, un gran círculo luminoso que actúa como fondo simbólico. Este elemento, de fuerte carga icónica, sustituye el cielo abierto con nubes que Cano emplea en otras versiones, aportando una dimensión más ceremonial y devocional. En la parte inferior, un grupo compacto de querubines y putti sostiene y rodea la figura con dinamismo, portando lirios y rosas. |
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