No quiero perder la esperanza, a pesar de que algunos se empeñen en ello.
Pero qué podemos hacer mientras haya personajes con suficientes armas y poder para destruir lo que les apetezca; mientras haya poderosos grupos económicos que se han adueñado de los recursos del planeta y mantienen esclavizada a la humanidad a cambio de pequeñas migajas de sus sobras; mientras nos distraen con circo diario para que olvidemos nuestra opción a pensar.
Existe un poder mundial que maneja a su antojo, como puras marionetas, a estos gobernantes prepotentes que pensamos hemos votado libremente. Y es que a estas alturas, igual me da si los muñecos, muñecas o "muñeques" (una vulgaridad más del "progreso"), los votaste tú, lo hice yo o nos quedamos ambos sin meter la papeleta.
¡Cómo deben gozar esos magnates pusilánimes contemplando su obra! Pues que les den, porque al fin todos nos vamos a transformar en un insignificante puñado de polvo de estrellas.
Un año más gracias a sanitarios, docentes, agricultores, ganaderos, pescadores, transportistas, obreros y a todos aquellos que con vuestro trabajo hacéis que la vida sea un poco más cómoda, más justa e igualitaria y más digna.
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