miércoles, 21 de mayo de 2008
¡Esa chusssma!
Tiempo ha que no comento lo que ocurre por este Villarruido, en parte porque nada ha mejorado así que seguimos siendo el basurero donde se recogen todos los ruidos del mundo. Aunque siempre hay alguna novedad.
Este siniestro lugar en que se ha convertido San Juan dispone de un horario para cada tipo de ruido:
- Desde las seis de la mañana, el intenso tráfico que cruza la Villa le hará imposible dormir si se encuentra cerca de alguna de las calles con tráfico más intenso, pero no se apure si vive más lejos porque siempre hay un "capullo" que tocará el claxón varias veces para avisarnos que ya está en su "coshe" para ir a trabajar (mentira cochina, para ir a desayunar al bar y estar allí tres horas hablando de su equipo y poniendo verde a todo el que le entra en gana).
- A las ocho y media las mamás, los nenes del cole, el autobús del Torero, en fin, sigue el pitorreo hasta pasadas las nueve.
- Ah, pero ahora llega la hora del butano, golpeo de bombonas, terremotos naranjas o grises metalizados, ¡a ver quién es más bruto y consigue reventar la bombona o el camión! Que si la carga y descarga, el atasco,...
- Llega la hora de la siesta, pero como la Villa ya es mundial y aquí pululan todas las razas del mundo, pues llegan "Morito y Cia." para ejercer el noble deporte del baloncesto (ellos como no saben el ispaniol pues no "lien" que la pista no se puede usar a esa hora y además en Ispania se hace lo que mandan los "cojiones" del morito y policía no ve nada nunca), así que aúllan rabiosos y encelados con el deporte yanki. Todavía no entiendo cómo no pueden estar un segundo sin aullar mientras juegan y no se les rompen las cuerdas vocales o les salen nódulos como nueces (ah, "mídico" en Ispania es gratis).
- A las seis, moritos son expulsados por cubanitos grandotes y fornidos que dejaron su bonita tierra y aquí han encontrado su Harlem. Ahora sigue el aullar más ronco con los "huevones" y "mamahuevos". Para no alargarme diré que este grupo campea hasta las diez más o menos en que los relevan sus hermanos continentales: bolivianos, ecuatorianos, etc. ya en plan "ligue" y a ver quién es más bruto gritando y berreando.
- A la una de la madrugada empiezan a marcharse y dan una tregua de segundos que podemos aprovechar para cerrar los ojos, pero nada de esperar que llegue el paraíso porque quien llega ahora son las hienas sanjuaneras y los flamenquitos de turno. Hay que seguir aguantando gritos, risas estruendosas e interminables, cantes desgarradores porque se les ha muerto la "mama".
- Un poco antes de las cuatro de la madrugada se suelen marchar a disfrutar su merecido descanso, imagino que en las calles Venezuela o Paraguay no debe haber tanto ruido como por aquí, suerte para ellos.
- No cierre los ojos, aún quedan los borrachitos nocturnos, los que aprovechan el silencio de la noche para discutir a pleno pulmón y echarse en cara el puterío o la maldad que almacenan, las ambulancias que las veinticuatro horas circulan con la sirena en funcionamiento, el "coshe chim pam pum" de algún niñato alardeante de su incivismo, y más, más, más.
Si quieres vivir tranquilo, aléjate de esta Villa, muy lejos, porque como decía una serie famosa "Aquí no hay quién viva".
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