domingo, 13 de noviembre de 2016
El encanto de Sevilla - Plaza de los Refinadores (Don Juan Tenorio)
La plaza de los Refinadores se sitúa en el Barrio de Santa Cruz. Hasta la segunda mitad del siglo XIX estaba limitada por la muralla que partiendo del Alcázar rodeaba el casco histórico de Sevilla y que al derribarse la une hoy a los Jardines de Murillo de la que solo la separa una verja. Debe su nombre a que en este lugar ejercían su oficio los refinadores de cuero, encargados de la separación de la piel de los animales, o cuero, de la carne.
En esta plaza se alza el monumento a Don Juan que fue realizado por el escultor Nicomedes Díaz Piquero a instancias de la empresa ARTECONSA y donado al pueblo de Sevilla en la primavera de 1974.
Y aunque el dicho popular nos dice que aquí se homenajea al célebre Don Juan Tenorio parece que a quién se dedica este monumento es a Don Juan, del escritor Tirso de Molina, que alcanzó gran celebridad gracias a la ópera Don Giovanni, de Mozart.
Pero quiso la historia que el galán y caballero Don Juan Tenorio, de José Zorrilla y Moral, viese la luz en un lugar muy cercano a esta plaza y es que el maestro vallisoletano fraguó su poema dramático Don Juan Tenorio, allá por el año 1844, inspirado en el ambiente que conoció durante una visita a Sevilla.
Y fue la Hostería del Laurel, situada en el barrio de Santa Cruz, el lugar en que se hospedó José Zorrilla. Allí conocíó el barrio de serpenteantes calles y placitas donde alternaban, entre humildes casas, los palacios y conventos.
Mientras en las tabernas se contaban historias y se cruzaban apuestas, a la llegada de la noche las calles oscuras y recoletas eran el dominio de rufianes en busca de gresca, gente de mal vivir y algún galán en busca de mocita a la que seducir.
Así nació la leyenda y Don Juan quedó para la eternidad asociado a Sevilla y al barrio de Santa Cruz. El primer día de noviembre, víspera del Día de los Difuntos, se suceden en la Plaza los homenajes a la figura de Don Juan con representaciones teatrales y desfile de tunas universitarias ensalzando al galán universal.
Y aunque solo se trate de una leyenda, en la solitaria madrugada hay quien dice haber visto a Don Juan bajar de su pedestal y encaminarse hacia la Plaza de Doña Elvira en busca de Doña Inés.
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2 comentarios:
Buen aetículo, ensalzado con leyendas e historia, a cada cual más atractiva.
Gracias por visitar el blog y por su elogio. Saludos.
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