Mis rincones favoritos: 7 - Baeza

      Baeza es el alma del Santo Reino de Jaén. Enclavada en un lugar privilegiado que domina el Valle del Guadalquivir, Baeza ha sido protagonista y testigo de la Historia desde los tiempos más remotos hasta nuestros días. Con la decadencia del imperio romano, Baeza recoge el testigo de la vecina Cástulo (Linares) y pasa a ostentar la capitalidad provincial acogiendo la sede del obispado y la ceca. No será hasta el año 1246 cuando Jaén tome el relevo a Baeza como capital del Reino de Jaén y se traslade allí la sede del obispado, pero Baeza como núcleo central, junto a Úbeda, de una extensa comarca cerealística y olivarera va a conservar un poder económico importante que le hará gozar de un patrimonio histórico, artístico y cultural digno de las grandes ciudades de Europa. El reconocimiento internacional de ese bagaje singular le será otorgado por la UNESCO el día 3 de octubre de 2003 al ser nombrada , junto a Úbeda, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

	Puerta de Jaén y Arco de Villalar. La Puerta de Jaén (izquierda) formaba parte del recinto amurallado y servía de acceso al camino a Jaén. Fue derribada el año 1476 por mandato de Isabel la Católica y reconstruida en 1526 para conmemorar la visita de Carlos V a la ciudad. El Arco de Villalar fue erigido el año 1521 para conmemorar la batalla del mismo nombre que tuvo lugar en Valladolid.
	Plaza del Pópulo y Fuente de los Leones. La fuente, procedente de Cástulo, está compuesta por un pilar en forma de cruz con cuatro leones ibéricos, cuyas bocas son los caños de la fuente. En el centro de éstos se eleva una columna con la imagen de Himilce, oriunda de Cástulo y esposa del general Anibal. Al fondo vemos el Arco de Villalar, en su cara interna, y las Escribanías Públicas.
	Plaza de Santa María y Catedral. Una plaza impresionante que alberga la Catedral, las Casas Consistoriales Altas (antigua sede del concejo de la ciudad) y el Seminario Conciliar (actual Sede de la Universidad Internacional de Andalucía). En el centro de la plaza podemos admirar la Fuente de Santa María construida el año 1564 para conmemorar la llegada del agua a la ciudad.
	Catedral de Baeza.  La Catedral actual, de estilo renacentista, fue encargada en 1567 a Andrés de Vandelvira que falleció antes de culminar la obra. El 16 de diciembre de 1593 se celebró la primera misa en el Altar Mayor de la Catedral. La portada principal es de Villalpando, que la diseña en 1587. Está dividida en dos alturas, con pilastras lisas pareadas con capiteles corintios y hornacinas. El cuerpo inferior de la torre es parte del antiguo alminar de la mezquita.
	Catedral de Baeza. Reja del Coro. Es obra del maestro Bartolomé, ejecutada durante el episcopado de Don Alonso Suárez (1500-1520). Está decorada con calados encajes, zarcillos, cuernos de la abundancia, rosetas, quimeras, ángeles, la figura de San Andrés y como tema principal la Virgen con el Niño.
	Arco del Perdón. Se encuentra en una estrecha callejuela, junto a la Puerta del Perdón, en la fachada sur de la Catedral de Baeza. Tiene un encanto especial por el silencio y recogimiento del lugar que nos transporta a la época medieval.
	Convento de San Francisco. Es un complejo funerario y conventual del siglo XVI, obra del Vandelvira, que no llegó a terminarse. De la capilla funeraria solo se conserva el lateral izquierdo compuesto por un retablo en piedra con dos relieves que representan la Adoración de los Reyes y la de los Pastores y las capillas bajas. A la iglesia se accede por un gran arco de medio punto que enmarca toda la portada. También se conserva el claustro del convento.
	Fuente de los Leones nevada. Los inviernos en Baeza suelen ser muy fríos y la presencia de la nieve da un encanto especial a la monumental ciudad. Un buen momento para gozar de la gastronomía baezana, en especial de su aceite de oliva, aceitunas, embutidos del cerdo y los populares andrajos.
	Escribanías Públicas. El edificio, de estilo plateresco, está situado en la Plaza del Pópulo y  fue construido en 1535. Bajo el balconcillo que comparte con la Puerta de Villalar hubo un altar con la imagen de la Virgen del Pópulo donde se dijo la primera misa tras la reconquista cristiana de la ciudad.
	Palacio de Jabalquinto. Fue mandado edificar por el señor de Jabalquinto, Juan Alfonso de Benavides Manrique, primo segundo de Rey Fernando el Católico. Su fachada es de estilo gótico-flamígero con influencias mudéjares. El patio interior, de estilo renacentista, tiene doble arcada con columnas de mármol y escudos.