La calle Pimienta, en el Barrio de Santa Cruz, es uno de esos lugares donde aún puedes escuchar tus propios pasos mientras caminas admirando la ciudad que parece haberse quedado aprisionada en el tiempo si no fuera porque el turismo ha propiciado la reconversión de algunas de sus casas en hostales o tiendas de souvenirs. Pero aún pueden encontrarse casas de humilde fachada que encierran en el patio el tesoro más apreciado por sus moradores. He aquí un ejemplo.
Por una sencilla y vieja puerta, pintada de verde, accedemos a la reja que nos separa del patio.
En el patio se ha delimitado una pequeña zona de estar que permite disfrutar de la frescura a la vez que estar atentos a las visitas que nos puedan llegar.
El patio, sin lujos, pero con todos los detalles: limpio, encalado, abundantes macetas de sombra, una pequeña fuente y su pozo.
lunes, 13 de febrero de 2012
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1 comentarios:
La calle agua y la vida, mi mujer flipaba cuando le enseñe esa parte de Sevilla, muy buenas fotos paisano de esos patios tan de nustra tierra, Un abrazo!!!
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