
ADORACIÓN DE LOS PASTORES (1485)
Domenico Ghirlandaio
Óleo sobre tabla - 167 x 167 cm.
IGLESIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD - FLORENCIA
La Adoración de los Pastores de Domenico Ghirlandaio, conservada en la capilla Sassetti de la iglesia de la Santísima Trinidad de Florencia, es una obra cumbre del Renacimiento italiano, realizada hacia 1485. El cuadro forma parte de un ciclo dedicado a la vida de san Francisco, pero en esta escena navideña, Ghirlandaio despliega una síntesis magistral entre devoción, retrato contemporáneo y arquitectura clásica. La composición se organiza en torno al Niño Jesús, colocado sobre un humilde jergón de paja, mientras la Virgen María lo contempla en actitud de oración. San José, aunque presente, dirige su mirada hacia otro punto, dejando a la Madre el protagonismo afectivo. A su alrededor, pastores, y personajes de la Florencia del Quattrocento se integran en una escena que une lo sagrado con lo cotidiano.
El estilo pictórico de Ghirlandaio se caracteriza por su claridad narrativa, su dibujo preciso y su gusto por los detalles ornamentales. En esta obra, destaca el uso de la perspectiva para articular el espacio, con un fondo que se abre hacia un paisaje sereno y una arquitectura en ruinas que evoca el paso del paganismo al cristianismo. La luz baña las figuras con suavidad, y cada rostro está tratado con individualidad, reflejando la influencia flamenca en el retrato. La elegancia de los ropajes, la minuciosidad en los animales y la armonía cromática revelan la mano de un maestro que supo conjugar tradición y modernidad.
La simbología es rica y cuidadosamente integrada: el buey y el asno aluden a la humildad del nacimiento; el edificio derruido representa el ocaso del mundo antiguo; y la procesión de los Reyes Magos al fondo anticipa la revelación del Mesías a todas las naciones. Incluso la inscripción latina en la piedra del primer plano, "Pompeyo, envidioso, al caer en Jerusalén, dio a la urna sabática un nombre eterno", introduce una reflexión sobre la historia sagrada y su continuidad con la historia clásica. Ghirlandaio no solo pinta una escena religiosa, sino que la convierte en una meditación visual sobre el tiempo, la fe y la cultura.
Domenico Ghirlandaio (1449–1494) fue uno de los grandes exponentes del Renacimiento florentino, admirado por su capacidad para integrar retratos contemporáneos en escenas bíblicas y por su maestría en la pintura al fresco. Dirigió un prolífico taller que formó a artistas como Miguel Ángel, y trabajó para las principales familias de Florencia, como los Médici y los Sassetti. Su arte se distingue por la claridad compositiva, el equilibrio entre lo decorativo y lo narrativo, y una sensibilidad que supo captar tanto la solemnidad religiosa como la vida cotidiana. Esta Adoración de los Pastores es una muestra elocuente de su genio sereno y profundamente humanista.