miércoles, 26 de octubre de 2011

Murillo y su obra para el Claustro Chico del Convento de San Francisco

      En 1645, Murillo recibe el encargo de pintar trece lienzos para el Claustro Chico del Convento de San Francisco. De esos lienzos, expoliados por el mariscal Soult en 1810 durante la invasión napoleónica, se han perdido dos y el resto se encuentran repartidos por diversos lugares de Europa y América quedando sólo uno de ellos en Sevilla. En estas obras se exaltan las virtudes de la Orden franciscana, en especial el espíritu de pobreza y la caridad, y los milagros protagonizados por algunos miembros de la comunidad.
      El Claustro Chico del desaparecido convento de San Francisco de Sevilla (1268-1840) se encontraba detrás del arco del actual Ayuntamiento.

      Estos son los once lienzos que han llegado hasta nuestros días:

San Francisco confortado por un ángel
Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)
       Un ángel baja del cielo y con su música mitiga el intenso dolor que sufre San Francisco. Destaca la penumbra de la escena y la luz de los dos personajes.


San Diego dando comida a los pobres
Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)
      Escena costumbrista donde los mendigos acuden a las puertas del convento para recibir comida.


San Francisco Solano y el toro
Patrimonio Nacional (Alcázar de Sevilla)
      Esta obra representa al Santo, misionero en Perú, apaciguando a un toro que había escapado y conduciéndolo atado con el cordón de su hábito. Fue el único lienzo que se salvó del expolio del mariscal Soult porque no estaba colocado en el Claustro Chico sino en otras dependencias y no se reconoció en su momento como obra de Murillo.


San Diego en éxtasis ante la Cruz
Musée des Agustins (Toulouse – Francia)
      San Diego levita en presencia de la Cruz, concentrado en una intensa meditación espiritual, mientras trabaja la huerta del convento. A destacar las expresiones de los personajes que contemplan la escena en contraste con la humildad de San Diego.


San Salvador de Horta y el inquisidor de Aragón
Musée Bonnat (Bayonne – Francia)
      El inquisidor de Aragón comprueba, de incógnito, las curaciones milagrosas de San Salvador con los pobres. El fraile, por inspiración divina, reconoce al inquisidor y se postra humildemente ante él.


La cocina de los ángeles
Museo del Louvre (París - Francia)
      Fray Francisco Pérez, se concentra tan profunda e intensamente en la meditación espiritual que descuida su labor en la cocina por lo que un grupo de ángeles baja a realizar esta tarea para evitar que sea reprendido por el Superior del convento.


Fray Junipero y el mendigo
Museo del Louvre (París – Francia)
      Destaca la caridad de este franciscano hacia los pobres que llegaba incluso a desprenderse de sus hábitos para vestirlos.


La muerte de Santa Clara - Gemaldegallerie, Dresden 190 X 446 cm
La muerte de Santa Clara
Gemaldegallerie (Dresde – Alemania)
      Apología de la dignificación de la muerte, donde la virtud es recompensada en el tránsito a la otra vida.


San Gil en éxtasis ante Gregorio IX
North Carolina Museum of Art – (Raleigh, North Carolina – USA)
      San Gil, siglo XIII, entraba en éxtasis cuando alguien en su presencia pronunciaba la palabra cielo, gloria o paraíso. El papa Gregorio IX llama a San Gil a Viterbo para comprobar personalmente este hecho, repitiéndolo después en presencia de varios cardenales momento que recoge la obra pictórica.


Visión de fray Julián de Alcalá de la ascensión del alma de Felipe II
Art Institute in Williamstown (Williamstown, Massachusetts – USA)
      Episodio milagroso profetizado por San Julián acerca de Felipe II, del que dijo que su alma subiría al cielo envuelta en una nube de fuego y que pudo ser contemplado por un grupo de testigos.


Dos franciscanos
National Gallery (Ottawa – Canadá)
      Parece tratarse de Fray Juan de la Cruz que impone las manos sobre la cabeza de un compañero enfermo para curarle de la peste.


Bibiografía consultada: Murillo: sombras de la tierra, luces del cielo - Enrique Valdivieso

2 comentarios:

Andaluz dijo...

Me lo llevo pal caralibro paisano, interesante entrada. Un abrazo!!

galise dijo...

Si los sevillanos fueran conscientes de la inmensa riqueza de su historia, de sus hombres y de su patrimonio, el nombre de Sevilla se escribiría con letras de oro en la Historia Universal. Pero ya sabes como somos, paisano, promocionamos más la Feria de Abril y otras fiestas y dejamos casi olvidada la segunda pinacoteca de España, después del Museo del Prado, y una de las mejores del mundo en pintura barroca, nuestro Museo de Bellas Artes.