Don Quijote y Sancho, en un paisaje manchego de molinos de viento, forman el motivo central del azulejo de esta provincia, al que acompaña un texto de la obra cervantina donde Sancho explica a su amo que aquello que ve no son gigantes sino molinos.
Está estructurado en forma de tríptico, a la izquierda del paño central se representa la Puerta de Toledo y, a la derecha, la Puerta del Carmen. En la decoración hay querubines, grifos fitomórficos y elementos frutales. Los bancos están decorados con elementos florales, guirnaldas y volutas.
El lienzo original fue realizado en la fábrica de José Laffitte. Se restauró en 2006 por los talleres “Plaza de España”
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